Parte uno: 2014
Los estereotipos a veces son útiles. Yo, por ejemplo, me consideré siempre un “dog person”. Y quizá lo era, o lo soy. Cuando llegó una gatita a mi vida, no supe cómo reaccionar: pronto me vi frustrado ante esa presencia más o menos forzada en mi vida y que en tiempo récord se convirtió en una obligación.
¿Cómo fue? Bueno, mi hi…
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Lecturas de domingo para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.